El primer y más importante maestro en virtud y carácter que puede tener un niño es el adulto que se ocupa de él.
A través de las pautas dadas por dicha persona, cada niño puede aprender lo que siente al confiar en alguien que siempre estará allí, dispuesto a darle amor incondicional es la primera lección sobre la cual reposara todas las demás lecciones de virtud y carácter.
El amor incondicional es el obsequio que se le da libremente al niño por la sencilla razón de que es un ser humano precioso.
Se le da sin reserva, sin esperar nada a cambio y sin exigencias, cualquiera que sea el comportamiento del niño. En el contexto de este amor, los bebés empiezan a aprender lo que “está bien” y lo que “está mal” a través de la interacción con el ambiente y de descubrir que este importante adulto pone límites, lo qué les está permitido y lo que no les está permitido hacer. Así se inicia el proceso por medio del cual un niño se convierte en una persona que puede vivir en un mundo civilizado.
La conexión con tu bebé es muy importante ya que le transmites seguridad y confianza al niño fundamental para su crecimiento. Durante los primeros años la cercanía con tu bebé marcará emocionalmente a tu pequeño.
¡CONÉCTATE CON TU BEBÉ!